Cómo fotografiar coches clásicos
Resulta evidente el magnetismo que ejerce fotografiar coches clásicos. Podemos beneficiarnos de este encanto natural que les confiere su esencia retro y sus cuidadas formas, pero no hay que olvidar que, aunque el motivo sea atractivo, nuestras fotos pueden potenciar esa sensación o, por el contrario, minimizarla. Siguiendo unos sencillos consejos logramos que el resultado sea muy satisfactorio.
Es muy recomendable que planeemos la sesión con antelación eligiendo los fondos que mejor se adapten a nuestra idea. La belleza de un coche clásico requiere de una fachada antigua, o de un hermoso paisaje. En la elección del fondo hay que valorar que sea un emplazamiento donde no haya gente pasando que pueda estropearnos la toma. Asimismo, tenemos que considerar el punto de vista.
Hay que tener cuidado con los castillos y figuras arquitectónicas grandes, porque si no jugamos bien con la perspectiva podemos terminar teniendo un muro como fondo en lugar de reflejar la grandeza del lugar. Por otro lado, valoraremos si el tamaño relativo en que tenemos que situarnos es demasiado pequeño para nuestras pretensiones, o si consideramos el vehículo como un elemento accesorio a la fotografía.
La forma más habitual utilizada para fotografiar coches clásicos, es la posición tres cuartos, en la que el faro delantero queda en diagonal con nuestra cámara. La utilizamos para realizar nuestras mejores tomas, pero no descartamos captarlo desde otros ángulos. Podemos completar un buen reportaje fotografiando los detalles y cromados tanto interiores como exteriores. Es un buen momento para utilizar una óptica luminosa con el diafragma bien abierto, y dar importancia a la composición jugando con las diagonales y las formas geométricas. No hay que olvidar retratar el interior del vehículo con un ultra angular tipo ojo de pez que destaque aún más “el alma” y la belleza de la tapicería.
Aunque en principio empleamos la luz natural y aprovechamos los brillos que produce sobre la carrocería, logramos tomas mucho más dramáticas y espectaculares combinando la luminosidad de un amanecer o un atardecer con la iluminación artificial.
Un angular zoom estándar puede ser nuestra herramienta principal, 24-70 mm en formato completo o 17-50 mm en APS-C. Para los detalles nos serviremos de un 70 mm o 50 mm luminoso y con una distancia de enfoque mínima que nos permita acercarnos a los motivos más pequeños. Un ultra angular nos resulta muy útil para abarcar el interior y magnificar la sensación de espacio.
Aunque los reflejos son inevitables a la hora de fotografiar coches clásicos, podemos relocalizarlos a nuestro gusto o hacerlos menos evidentes si utilizamos un filtro polarizador. A medida que giramos el filtro, los brillos cambian de posición, de manera que podemos colocarnos a nuestro favor.
Texto de Daniel Santos adaptado por Isabel González