Consejos para crear buenas panorámicas

Consejos para crear buenas panorámicas

Conseguir una panorámica puede ser más o menos complicado de lograr según la temática que vayamos a abordar, siendo la arquitectura una de las más complicadas ya que en ella será de vital importancia evitar las posibles distorsiones que aparezcan en la imagen final. Para otras temáticas como la de paisaje, puedes llegar a pensar que vas a necesitar un equipo muy específico para lograrlas, pero no es así. A continuación te ofrezco unos cuantos consejos para que logres hacer tu propia panorámico con éxito.

1. Utiliza el Trípode siempre que puedas

El primero de los consejos no lo tienes que cumplir estrictamente, pero sin duda te va a ofrecer mejores resultados. Cuando realizamos una panorámica, todas las fotos que van a componer la imagen final deben estar alineadas, y la mejor manera de garantizarlo es usando un buen trípode. Con el trípode, estarás seguro de que la posición desde la que estás haciendo las distintas fotos que compondrán la panorámica será la misma.

Un pequeño movimiento entre tus fotografías puede impedirnos hacer la panorámica. Imagínate que has realizado la secuencia de fotos con cámara en mano y tu posición ha variado sin querer. Cuando llegues a casa seguramente el programa en el que montes la panorámica te diga que «no se pueden combinar las fotografías«, y todo el esfuerzo y las ganas de ver montada nuestra panorámica se esfumarán.

Por otro lado, una pieza adicional del trípode que nos va a resultar de gran utilidad si queremos profundizar en el mundo de las panorámicas es una rótula especial para panorámicas. Estas rótulas lo que nos permiten es ajustar los ejes por separado, garantizando que la cámara gira sobre si misma manteniendo su posición vertical y minimizando la distorsión final de la imagen. Además estas rótulas están marcadas con los números de 0 a 360 grados para que puedas realizar los movimientos con absoluta precisión.

Por último, también nos ayudará  a eliminar una posible distorsión de los diferentes elementos que aparecen en la panorámica fijarnos en un nivel de burbuja. Normalmente todos los trípodes ya llevan incorporados uno, pero si no es tu caso, siempre puedes añadir uno a la zapata de tu cámara como este de aquí.

2. Si no tienes trípode, asegura tu posición

Es posible que en algunas situaciones te encuentres con la oportunidad de realizar una panorámica pero no lleves el trípode contigo. No te preocupes. Como te hemos dicho antes, aunque es recomendable, no es estrictamente imprescindible usar un trípode para realizar una panorámica. Si no tienes uno, también puedes conseguirla.

Para lograrlo deberás fijar una posición para hacer las fotos. Tendrás que mantener los codos cerca de tu cuerpo, e ir girando sobre ti mismo, tratando de mantener la misma posición que tienes sin desplazarte del punto donde has puesto los pies. Además trata también de mantener la horizontalidad mientras haces las fotos, y de coger la cámara de manera firme para evitar posibles trepidaciones.

3. Visualiza el punto de partida y final de la panorámica

Una de las primeras cosas que tenemos que hacer cuando queremos hacer una panorámica es visualizar la escena que queremos capturar. ¿Qué quieres sacar de ella? No te lances a disparar sin más. Fíjate bien en cuál quieres que sea el punto de partida y el punto final de tu fotografía, y entonces empieza a disparar.

4. ¿Horizontal o vertical?

Aunque por norma general solemos pensar que las panorámicas se hacen en formato horizontal, no es el único modo. Colocando la cámara en posición horizontal y moviéndola de izquierda a derecha conseguiremos nuestra panorámica de manera más rápida.

Pero si quieres ganar resolución, te animo a que pruebes el método del formato vertical, que consiste básicamente en realizar la panorámica colocando la cámara en formato vertical y desplazarla de izquierda a derecha poco a poco hasta cubrir todo el ángulo que deseamos. Además, con este método también cubriremos más parte de la escena, en lo que respecta a las zonas del cielo y el suelo.

5. Trabaja con una exposición manual

El gran problema que se puede plantear a la hora de hacer fotos panorámicas es la variación de la luz que se produce entre unas tomas y otras. Si tienes la cámara en modo automático, es probable que la cámara varíe las condiciones de velocidad de obturación, sensibilidad ISO y apertura del diafragma entre foto y foto, y eso impedirá que la unión de las distintas tomas quede de forma natural. Es más, puede que incluso a muchos de los programas de edición les cueste identificar que se trata de la misma escena.

Para evitarlo, asegúrate de poner el modo manual de tu cámara, controlando sobre todo que la velocidad de obturación y la apertura de diafragma quedan con un valor prefijado en todas las tomas. Si la escena no tiene muchas diferencias de exposición y es sencilla también puedes probar a realizarla con el modo de prioridad a la apertura de diafragma.

6. Cierra el diafragma

Normalmente las panorámicas las solemos hacer en escenas en las que queremos tener una gran profundidad de campo y que aparezcan nítidos diversos elementos del encuadre. Para ello, y para facilitar también la fusión en edición de las diferentes tomas, te recomiendo que emplees aperturas de diafragma entre f/8 y f/16.

7. Enfoca en algún punto del encuadre

Con el enfoque ocurre lo mismo que con la exposición, es mejor bloquearla en un punto concreto, que dejar que la cámara vaya variando el punto de enfoque en cada toma, ya que esto puede deteriorar el resultado final de la imagen.

Para ello, enfocaremos a un punto concreto de la escena, y a continuación cambiaremos el modo de enfoque a manual, y lo dejaremos igual en todos los disparos que realicemos.

8. Dispara en RAW

Disparar en formato RAW te va a ofrecer un mayor margen de corrección, y piensa que en una panorámica vas a tener una escena muy grande cubierta, puede que con cambios de exposición entre los diversos elementos que aparecen en ella. Si disparas en formato RAW podrás corregir esos cambios con mayor facilidad y mejor resultado que si disparas en formato JPEG.

9. Fija el balance de blancos (si disparas en JPEG)

Por defecto, las cámaras digitales suelen tener el balance de blancos fijado en un modo automático. Dependiendo de las condiciones de iluminación que haya en la escena, la cámara puede realizar distintas mediciones y consecuentes cambios de color como consecuencia de la medición de la temperatura del color.

Por ello, es preferible fijar el modo de balance de blancos a uno diferente del modo automático, que se ajuste mejor a las condiciones que tengamos en ese momento. Eso si, esto te afectará se disparas en JPEG, porque si lo haces en formato RAW te dará lo mismo, ya que en edición podrás cambiarlo sin pérdida de calidad.

10. Ajusta la distancia focal

Como en una panorámica cubrimos un gran ángulo de visión, podemos pensar que lo mejor es realizar las diferentes fotos con un objetivo gran angular, ya que de ese modo necesitaremos menos tomas para componer la imagen. Esto es cierto, pero piensa que las lentes grandes angulares tienden a provocar ciertas distorsiones en los extremos de la imagen, las cuales pueden llegar a dificultar la fusión posterior entre ellas en el momento de la edición.

Por esta razón, es aconsejable que utilices lentes menos angulares aunque eso implique que debes realizar un mayor número de tomas.

11. Sé rápido, pero preciso

La fotografía tiene el poder de congelar un momento, pero piensa que una imagen panorámica se ha hecho con la suma de varias tomas, por lo que hay varios momentos (aunque sean consecutivos) recogidos en ella. Con esto quiero hacer hincapié en que en un segundo pueden pasar muchas cosas. Las nubes de un paisaje se mueven constantemente, o las ondas del agua de un lago no paran de sucederse.

Es por ello que resulta de vital importancia que en el momento en el que disparemos la primera de las capturas que conformará la panorámica, seamos ágiles y no dejemos pasar mucho tiempo entre una toma y otra, ya que de lo contrario puede que algunos de los elementos de la escena se hayan movido y la fusión de las tomas resulte imposible.

Eso sí, sé rápido pero firme. No es la primera vez que tratando de ser lo más ágiles posibles hemos llegado a casa y hemos comprobado que las tomas salían movidas y trepidadas. Asegura tu posición, dispara y busca la siguiente toma, y así sucesivamente hasta componer la panorámica.

12. Deja espacio suficiente para solapar las fotos

A la hora de montar unas fotos sobre otras, los programas para hacer panorámicas buscan puntos coincidentes entre foto y foto para poder solaparlas y crear la imagen panorámica con garantías. Aunque recomiendan que este espacio no sea inferior al 30% o 15 %, tampoco tenemos una regla para poder medir esto cuando estamos haciendo las fotos.

Lo mejor es que tomes referencias visuales y te asegures de que se encuentran en las fotos anterior y siguiente mientras las vas haciendo. Ten en cuenta también que no hay que solapar el mismo porcentaje en cada foto. Será el programa de hacer panorámicas el que determine cuales son esas zonas solapadas.

Eso sí, más vale que realices más tomas y que entre una y otra se solape un gran porcentaje de la fotografía, que realices muy pocas y luego no tengas suficientes puntos de referencia para que el programa de edición pueda fusionarlas. Actúa con un margen de maniobra grande y tu panorámica estará asegurada.

13. Utiliza el bracketing de exposición

Puede que la escena ante la que te encuentras y de la que quieres hacer una toma panorámica tenga un alto contraste lumínico. Eso implica que o bien habrá zonas que te salgan sobreexpuestas, o bien tendrás zonas que aparezcan subexpuestas. Si disparas en formato RAW como te hemos dicho antes seguro que puedes salvar un poco esas diferencias, pero si el contraste es muy fuerte, ni así lograrás igualar la exposición de las diferentes zonas de la panorámica.

¿Significa esto que tenemos que conformarnos o dejar de hacer panorámicas de escenas con alto contraste lumínico? Para nada, porque como buenos fotógrafos siempre tenemos un as en la manga. En este caso se trata de combinar una  segunda técnica, la del bracketing de exposición. Suena complejo, pero tranquilo que te lo voy a explicar.

Para realizar una panorámica con bracketing de exposición necesitarás disparar muchas tomas. Tres por cada una de las que dispararías si hicieras una panorámica normal, ya que de cada una de esas imágenes sacaremos tres con diferentes exposiciones, de tal modo que tengamos cubiertas las distintas zonas lumínicas de la toma. El momento de montar la panorámica se hará más largo, porque antes de fusionar las fotografías tendremos que fusionar las diferentes exposiciones de cada una de las fotos individuales que conforman la panorámica. Para ello, puedes seguir la explicación que te dábamos en este otro artículo.

14. El momento de la fusión

Por último y no menos importante, llega el momento de la fusión. Si no unimos las diferentes tomas en edición, no vamos a tener una panorámica sino una serie de fotos individuales que son consecutivas.