Reflejos

Reflejos

Un reflejo es como una visión alternativa de lo que ven nuestros ojos, y eso sin lugar a dudas, capta nuestro interés. En fotografía, buscar composiciones en las que incluyamos un reflejo, ya sea en el agua, en un espejo o en cualquier otra superficie pulida, puede ayudarnos a otorgarle un potente atractivo a nuestra imagen.

¿Qué es un reflejo?

Cuando realizamos una fotografía en la que incluimos un reflejo, estamos generando mayor interés y profundidad en ella. Hablamos de reflejar cuando una superficie brillante forma la imagen de algo o de alguien, y esto se debe al fenómeno de la reflexión de la luz.

Este fenómeno se produce cuando los rayos de luz que indicen en una superficie, chocan en ella, y se desvían regresando al medio del que salieron y formando un ángulo igual al de la luz incidente.

Esa reflexión de la luz, puede ser de dos tipos:

  • Reflexión especular. Es cuando la reflexión se produce sobre una superficie lisa y pulida, como un espejo, un metal o un vidrio. En este caso los rayos de luz viajan paralelos entre sí, y al chocar con la superficie quedarán reflejados con el mismo ángulo de incidencia, y por lo tanto compartiendo la misma dirección. Por esta razón la imagen que reflejan se verá nítida y con los bordes definidos. Este tipo de reflejo donde mejor lo veremos es un espejo, que nos devuelve una imagen calcada a la realidad. 
  • Reflexión difusa. Es cuando la reflexión se produce sobre una superficie rugosa, como el hielo o el agua en movimiento. En este caso los rayos de luz también viajan paralelos entre sí, pero al chocar con la superficie, éstos se reflejarán en distintas direcciones. Por esta razón, la imagen reflejada aparecerá distorsionada y con los bordes poco definidos o nítidos. La imagen producida por este tipo de reflejo tendrá cierto toque surrealista, lo cual puede hacerla muy interesante.

Dónde encontrar reflejos

Cuando hablamos de reflejos a todos nos vienen a la mente imágenes de preciosos paisajes reflejados en bellos lagos donde el agua está calmada. Este tipo de fotografías son espectaculares, pero a veces con un simple charco de agua, también podemos conseguir capturas de reflejos muy atractivas.

Los reflejos están en todas partes, solo tenemos que agudizar nuestro ojo para tratar de localizarlos. Puedes encontrarlos en:

  • Superficies pulidas. Son muchas las superficies pulidas que nos van a permitir captar reflejos, como son por ejemplo una ventana de cristal, un hielo, una pieza de acero o un metal pulido; aunque eso sí, no todos reflejarán con la misma intensidad la imagen. 
  • Espejos. Si buscamos un reflejo exacto, el mejor sitio donde podemos encontrarlo es un espejo, que nos devolverá una imagen calcada al referente real.
  • El agua. El agua es el medio por excelencia de los reflejos. No debemos caer en el error de pensar que necesitamos mucha agua para poder captar un buen reflejo. A veces un simple charco o un suelo mojado puede ofrecernos reflexiones de lo más atractivas. De hecho, por lo general, cuanta mayor profundidad hay en el agua menos probable será que haya una reflexión buena, aunque siempre existen excepciones claro.
  • Ojos. Los ojos también pueden ser un buen lugar donde encontrar reflejos. Si buscas el ángulo correcto, podrás conseguir imágenes tan impactantes como esta.

Consejos para fotografiar reflejos en el agua

Como el agua será probablemente el elemento en el que busquemos más reflejos, veamos a continuación una serie de recomendaciones a la hora de hacer este tipo de capturas.

Presta atención a las condiciones meteorológicas

Lo primero a lo que debemos prestar atención para conseguir nuestra fotografía de reflejo en el agua, son las condiciones meteorológicas. Si lo que perseguimos es un reflejo especular que sea lo más parecido a la imagen de referencia, entonces trataremos de que el día que salgamos a buscar ese reflejo sea lo más calmado posible, es decir, que no sople demasiado el viento.

También es importante el lugar donde vayamos a capturar ese reflejo. Si se trata de un lago rodeado de montañas, estaremos más protegidos del viento, y probablemente el agua esté más calmada que si vamos a buscarlo al mar.

Otra cosa que influiré será el momento del día en el que hagamos la foto, ya quea horas tempranas el viento suele ser más suave, y por lo tanto, podremos conseguir un reflejo más exacto.

Por otra parte, la iluminación es un punto muy importante que también deberemos tener en cuenta. Es aconsejable que evitemos hacer este tipo de fotos a mediodía cuando la luz es muy cenital. Nuestros reflejos serán más atractivos conforme la luz se vaya atenuando y sea más directa, siendo espectaculares al amanecer o al atardecer.

Y no te olvides de las reflexiones nocturnas. Las luces de la ciudad, o incluso las estrellas pueden crear un reflejo de lo más sorprendente.

Conoce los accesorios más útiles

Veamos qué accesorios nos van a venir bien para conseguir nuestras fotografías con reflejo en el agua.

  • Filtro degradado de densidad neutra. El uso de estos filtros suele venir muy bien cuando queremos captar reflejos en paisajes, como por ejemplo en un lago. Esto es así porque normalmente la exposición del reflejo será diferente a la del referente real, es decir, el paisaje real aparecerá más luminoso que el propio reflejo. Gracias a este tipo de filtros conseguiremos equilibrar la exposición entre ambas partes de la imagen.
  • Utiliza un trípode. A veces el tiempo es el que es, y debido al aire será difícil hacer que el reflejo se capte. Para esas ocasiones podemos difuminar el movimientos del agua ayudándonos de un trípode, y usar velocidades de obturación lentas que nos crearán un bonito efecto seda sobre le que captaremos los colores de ese reflejo difuso.
  • Filtro polarizador. Como lo lees. Ya sé que lo primero que pensarás es que un filtro polarizador sirve precisamente para eliminar los reflejos, y tienes toda la razón. Pero no siempre las cosas son blancos o negras. Si juegas con este filtro sin llevarlo al límite, podrás controlar el reflejo y comprobar que hay ciertos puntos en los que éste puede quedar más atractivo. Eso sí, no funciona bien para todas las escenas, sino que normalmente este uso creativo del polarizador te será de ayuda en situaciones en las que hay una gran corriente de agua y quieres obtener el reflejo de los colores de la escena.

Simetría, la regla de composición que mejor funciona

Atrévete a romper la regla de los tercios. Cuando estamos frente a un paraje con un reflejo perfecto, en el que lo que vemos en ese lago o esa piscina es casi igual que la imagen que veríamos en un espejo, entonces buscar la simetría es una de las mejores opciones para componer. De este modo, le otorgamos la misma importancia tanto al reflejo como a la imagen principal, llegando incluso a confundirlas, y creando formas espectaculares y de lo más curiosas.

Aprovéchate de la textura y el movimiento

Aunque un reflejo especular, en el que vemos la imagen perfectamente definida y nítida atrae muchísimo nuestra mirada, también podemos captar bonitas imágenes de reflejos difusos. En ellos, aprovecharemos la textura del agua que se forma a causa del movimiento, para crear imágenes abstractas y llenas de color.

Busca el ángulo de reflexión idóneo

Dependiendo de a la altura a la que te sitúes, el reflejo puede variar mucho, así que trata de moverte y buscar cuál es el mejor ángulo para captarlo. Cuanto más bajo sea tu punto de vista, mayor será la cantidad de reflexión que obtendrás en tu fotografía.

El arte de la simplicidad

Muchas veces menos es más, y en cuestión de fotografía de reflejos comprobarás que las imágenes más atractivas visualmente son las que están menos recargadas.

Si añades demasiados elementos en tu composición el reflejo pasará desapercibido. Sin embargo, si la fotografía se centra en un paisaje en el que el reflejo y su referente son los protagonistas, ésta ganará mayor fuerza.

Utiliza profundidades de campo grande

Cuando capturamos un reflejo en un paisaje, por norma general, nos interesa tener nítidas tanto la imagen de referente como la del propio reflejo. Para poder conseguir este propósito, es recomendable que cerremos el diafragma de nuestra cámara y trabajemos con profundidades de campo grandes, que vayan del f/8 al f/16, o superiores.

¡Dale vida a tus reflejos!

Como ya hemos visto los reflejos enriquecen muchísimo nuestras fotografías, pero a veces no son solo un punto de interés más de la toma, sino que pueden convertirse en el verdadero protagonista de la imagen. Por ejemplo, puedes realizar una fotografía con un reflejo en un espejo o un charco de agua, en el que el rostro solo se descubra en ese reflejo, y no en el referente directo.

O otro ejemplo, puedes jugar con la interacción de la fotografía de una persona con el reflejo de otras proyectado en una ventana, como en el caso de la siguiente fotografía.

Otra opción es que voltees la imagen, y conviertas el reflejo en la «imagen real», convirtiendo en un punto de interés secundario aquella que realmente lo es. O también puedes captar reflejos en movimiento, captando su color, forma y textura, y conseguir capturas abstractas con cierto aire surrealista.

Captura tus propios reflejos

Ya has comprobado que los reflejos son un magnífico tema para tus fotografías. Puedes convertirlos en un elemento más de la composición o en el propio protagonista de la toma. También podrás trabajar con ellos de dos modos, bien sea como un reflejo exacto de la imagen que vemos, o un reflejo difuso que le aporta interés a tu fotografía.