Todo sobre el audio para DSLR
Con la grabación de vídeo ha llegado a las cámaras réflex algo misterioso, desconocido, fuera del alcance de los ojos del fotógrafo: el sonido. Siendo directos, con la gran obsesión que tiene cualquier amante del cine o la fotografía con la imagen, el sonido es para la gran mayoría un campo olvidado y marginado. Hasta que no realizas un par de proyectos y ves los penosos resultados que obtienes por descuidar el sonido, no te preocupas por él. La imagen HD tiene la gran desgracia de establecer un buen nivel de calidad de imagen, y pocas cosas hay más desagradables que ver una imagen perfecta, cristalina, con una iluminación cuidadísima y unos colores de ensueño, y escuchar después a los personajes con ruido de fondo y a un volumen bajísimo.
Hay que ser coherentes y no se puede descuidar el audio, más aún cuando trabajarlo de forma básica es sumamente fácil y requiere de muy pocos recursos. Al final de este artículo repasaremos algunos accesorios para grabar vídeos con tu DSLR supliendo las principales deficiencias que tienen estas cámaras para registrar el audio. Luego, las manos de cada uno sabrán cómo exprimir las posibilidades de este medio para obtener resultados que se adapten a sus necesidades.
La señal del micrófono: la señal analógica y el balanceado
El micrófono es un transductor acústico-eléctrico: convierte las ondas sonoras en una señal eléctrica. Esto es posible gracias a una membrana (diafragma) que se desplaza con el aire dentro de un campo magnético. Ese campo se mueve junto a la membrana haciendo que los electrones de una bobina se desplacen, dando lugar a la señal eléctrica que llega hasta la cámara.
Encontrarás dos tipos de micrófonos fundamentalmente: los dinámicos, que no utilizan alimentación, y los de condensador, que encontrarás con más frecuencia para usar en tu DSLR y que sí necesitan alimentación por pila o fuente externa (como la alimentación Phantom +48V). Hay muchos más, pero están destinados principalmente a la grabación musical.
Arriba, un Shure SM58, dinámico. Abajo, un Rode NTG-2, de condensador.
Para conectar los micrófonos a tu cámara, encontrarás 2 tipos de conexionesfundamentales: de 2 vías (mono) y de 3 vías (estéreo/balanceado). Las conexiones mono de 2 vías cuentan con una señal de audio y otra señal de tierra. Son propios de sistemas baratos de poca calidad. Lo normal en un micrófono mono es contar con una conexión XLR o un cable jack de 3 vías. Para explicar el porqué, hace falta entender cómo funciona una señal balanceada.
Conectores XLR, para micrófonos
La señal que transmite un cable de audio es una señal analógica. Se trata de una señal eléctrica cuyo comportamiento varía en función de las oscilaciones del transductor que ha generado la señal. El problema de esto es que cualquier campo magnético o manipulación del cable puede “contaminar” esa señal, ya sea con ruido, interferencias o cualquier otro tipo. Para combatir esto se recurre al balanceo de la señal.
El proceso es muy sencillo. En primer lugar, la señal original se duplica y se invierte, enviando tanto la original como la duplicada invertida por vías separadas. Mientras que en la señal original un sonido da un valor de +2 dB, por ejemplo, en la señal idéntica invertida cuenta con una señal -2 dB. Ambas señales se verán afectadas por separado de los campos magnéticos en su transición por el cable. Cuando la señal llega a su destino (una cámara, una mesa de mezclas, una grabadora, etc. con una entrada también balanceada), la señal invertida se retorna a la posición original y ambas son sumadas. Al realizar esto, el ruido que ha entrado durante el paso por el cable se encuentra esta vez invertido, anulándose en la suma y siendo eliminado. Con el siguiente gráfico lo verás mucho más fácil:
Tratamiento de señal sin balancear
Tratamiento de señal balanceada
Este método es el estándar en audio para cualquier micrófono común que vayas a encontrar. Es por ello que, si tu cámara o dispositivo de audio no cuenta con una entrada balanceada, ya juegas varios puntos por debajo de un nivel de calidad mínimo.
Hay otro tipo de cables que utilizan 3 vías: los mini-jack estéreo. Normalmente, no encuentras micrófonos estéreo como tal. En realidad se trata de dos micrófonos montados en un mismo contenedor, colocados en forma de “V” o similar para realizar una captación binaural, parecida a la del ser humano con los dos oídos. Por el cable transmite las señales de cada micrófono por separado sin balancear, dejando el tercer pin para la señal de tierra.
Te habrás dado cuenta que el cable es una pieza fundamental como transmisor de la señal debido a su naturaleza analógica. Es por ello que mientras más corto sea el cable, menor es el riesgo de que se contamine la señal, ya que permanece menos tiempo expuesta. Cuando grabes, por ejemplo, con un micrófono estéreo sobre tu DSLR que transmite una señal sin balancear, la distancia a tu cámara es tan corta que el ruido que pueda generar se puede obviar (de todos modos, haz siempre pruebas antes de afrontar una grabación para saber exactamente cómo se comporta el micrófono). Los micrófonos con señal balanceada, y con ellos los dispositivos y cámaras con conectores compatibles, serán cruciales cuando grabes con pértiga, micrófonos de solapa u otros micrófonos que permanecen más alejados del sistema de grabación.
Diagramas polares: la distancia focal del micrófono
Simplificándolo mucho, el diagrama polar define el ángulo de captación que tiene un micrófono. Complicándolo más, en realidad el diagrama analiza el comportamiento del micrófono en los 360º, con estimaciones según la frecuencia, la dirección, el nivel, etc. Por lo general se trabaja pensando en la siguiente clasificación general:
- Micrófonos con patrón cardioide: un gran angular. Se centra en la captación frontal, con un ángulo bastante amplio. Los mejores niveles de grabación están en la parte frontal. Son empleados sobretodo en la música. En relación al vídeo, donde más se encuentran es en los micrófonos de mano de los reporteros.
- Micrófonos con patrón supercardioide: teleobjetivos. Cierran mucho el ángulo de captación y por lo general son más sensibles. Son los más utilizados en el audiovisual. Ideal para grabar conversaciones centrando la captación en la boca de los actores, en reportajes para aislar la captación a los elementos que hay alrededor, etc. Todos los micrófonos de los presentadores de televisión cuentan con este tipo de patrón. También están los hipercardioides, con un ángulo de captación aún más cerrado.
- Micrófonos con patrón bidireccional: en estos micrófonos, la membrana está dispuesta para que vibre en ambas direcciones, captando por ambos lados, pero produciendo una única señal. Se utilizan para la grabación de ambientes, pero no gozan de una gran fama en el audiovisual.
- Micrófonos con patrón omnidirecciónal: captan en los 360º. Ideal para la grabación de ambientes generales, aunque tampoco lo verás mucho en la grabación de vídeo.
Ganancia y saturación
Esto es muy importante. La señal que llega a la cámara desde el micrófono es muy débil, ya que cuenta con un voltaje muy pequeño. Por ello, a las señales de los micrófonos se les aplica al llegar a su destino lo que se conoce como ganancia: un refuerzo de voltaje para amplificar la señal de entrada. Al igual que ocurre con la ISO de la cámara, abusar de la ganancia genera ruido y distorsiona el sonido, así que procuraremos conseguir siempre una distancia buena a la fuente sonora a grabar para conseguir un volumen adecuado sin tener que poner la ganancia demasiado alta.
En las cámaras DSLR el ajuste de ganancia es electrónico, pudiendo dejarlo en modo automático o modo manual. El problema llega cuando compruebas que los modos automáticos no tienen en cuenta la señal de ruido de fondo del micrófono (es un ruido eléctrico inducido por el propio funcionamiento del micro). Cuando el micrófono no capta nada, la cámara dispara la ganancia en busca de alguna señal, amplificando involuntariamente el ruido de fondo de la señal de audio, sustituyendo el “silencio” (entrecomillado porque siempre hay algo sonando, aunque sea muy bajito) por un “fffffffffffffffff” muy molesto.
Para colmo, dicho sistema automático reacciona de forma lenta cuando vuelve a captar audio. Un golpe de sonido no necesariamente alto tras un momento de silencio, en el que la ganancia de forma automática está muy alta, fácilmente llegará a la cámara saturando la señal. Identificarás la saturación por un crujido, ya que el previo (el punto de entrada de la señal) alcanza el voltaje máximo que puede admitir “sobrecargándose”. Estos ruidos no se pueden eliminar, siendo en el 99% de los casos motivo para repetir tomas. Es el equivalente a una zona totalmente quemada en la imagen, solo que encima hace ruido. Para evitar esto con tu cámara es fundamental saber utilizar el modo manual y entender cómo funciona el vúmetro.
Vúmetro
El vúmetro es un instrumento que mide el nivel de una señal de audio. En tu cámara concretamente mostrará el nivel de entrada. El siguiente es el vúmetro que aparece en las cámaras digitales Canon:
Si observas bien te darás cuenta de que las unidades son -dB, negativas, con valores de -40 a 0. La unidad dB es adimensional, expresando una relación comparativa con un valor determinado y con un comportamiento exponencial, ya que la sensación de sonoridad del oído no es lineal. El valor 0dB se refiere a la señal máxima, el punto en que la señal saturaría. No voy a dar una clase de matemáticas ahora, pero sí voy a tratar de simplificar diciendo que los valores -dB lo que hacen es ahorrar unidades de voltaje, niveles y similares para resumirlo diciendo “esta señal está -X veces por debajo del nivel máximo (0dB)”.
Cómo conseguir una buena grabación de sonido
Ahora llega la hora de la verdad: ¿qué hay que hacer para conseguir una buena grabación de sonido? Tu primera opción y la mejor es empollar un poco sobre el tema. Teniendo en cuenta que no tenemos mucha paciencia, una forma de trabajar básica podría ser la siguiente:
- Entra en el menú de tu cámara y coloca el control de nivel en modo manual.
- En el caso de tratarse de una grabación planificada (cortos, anuncios) haz una prueba de la escenificación y ajusta el nivel de audio para que la señal más alta que entre (un grito, un golpe) dé un valor de unos -6 dB. De este modo, una conversación normal oscilará entre los -10 y -6 dB durante toda la toma, un nivel bueno para trabajar que dejará el ruido de la señal muy bajo, dando también un amplio margen para que no sature en el caso de que tenga lugar un sonido más alto.
- Si no hay planificación alguna (reportajes, documentales, ir por la calle) comprueba tú mismo que, hablando a un volumen normal, la señal quede a unos -10 dB. Los sonidos más altos subirán la señal pero no deberá llegar a saturar.
- Comprueba siempre tras la grabación que la señal no satura en ningún momento y que el ruido del micrófono ha quedado a un nivel bajo en comparación con el audio grabado. De lo contrario, repite la toma.
Rompiendo mitos: el ruido ni es malo, ni se elimina con software
Siempre hay ruido de fondo. Siempre. En primer lugar porque el mundo no está en silencio, y en segundo porque el propio equipo hace ruido. El cuidado que hay que tener con el ruido es que, al grabar, quede a un volumen mucho más bajo que el audio grabado. De hecho, en las producciones audiovisuales lo normal es grabar varios minutos de la escena sin más sonido que el de todo el equipo encendido, ya que esa es la referencia del sonido ambiente de la escena, lo que quedará cuando los actores estén en silencio. Eliminar manualmente los espacios en los que los protagonistas no hablan para eliminar el ruido es una desfachatez, a no ser que cuentes con una pista de ese sonido ambiente que sirva de continuidad.
En cuanto a la eliminación del ruido, hay dos métodos principalmente para eliminar el ruido con software: puertas de ruido y recortes frecuenciales. Ambos métodos son destructivos, es decir, eliminan información de la señal de audio. La puerta de ruido limita el audio que pasa mientras no alcance un umbral mínimo de volumen, creando un vaivén de sonido y ruido horrible. Jamás he visto buenos resultados con eso, tan sólo medidas desesperadas por rescatar una grabación. El recorte frecuencial busca los rangos de frecuencia donde el ruido es más notable y los recorta. ¿Problema? En una banda de frecuencia no puedes separar el ruido de la señal buena, por tanto eliminas el ruido al mismo tiempo que deterioras el audio grabado.
Lo ideal es contar con un sistema para monitorizar y ajustar la ganancia en tiempo real. Es decir, disponer de unos cascos con una escucha de lo que se está grabando y un potenciómetro (botón físico) para regular dicha ganancia, sin tener que estar entrando en los menús de la cámara. Como las cámaras DSLR no cuentan con esto, la mejor opción es adquirir accesorios que hacen de intermediario entre el micrófono y la cámara, con diversos controles para ajustar el nivel de grabación.
Micrófonos profesionales Gloxy
Un gran olvidado en el vídeo por lo general. La falta de atención al sonido hace que muchos cortos y pequeñas producciones estén completamente descompensadas en relación de calidad entre vídeo y audio, por no hablar de cuando no se entiende lo que dicen los personajes.
Se puede mejorar mucho la grabación de sonido de tu cámara sin tener que realizar una gran inversión, prueba de ello son los micrófonos Gloxy y los micrófonos Boya. De los primeros encontrarás dos: la versión mono y la estéreo. La mono, el micrófono Gloxy GX-M200PRO, es la habitual para cortos, entrevistas y todo vídeo en el que necesitemos el sonido de elementos concretos como puede ser un entrevistado, dos personas conversando, etc. El mejor partido se lo sacarás utilizando al mismo tiempo una pértiga que te permita apuntar a las fuentes de sonido. El estéreo, el micrófono Gloxy GX-M20, está pensado para condiciones más generales: fiestas, conciertos, “ambientes”… Son para captar lo que está ocurriendo en el lugar sin tener que centrarte en una fuente concreta.
En cortometrajes, spots, etc. resulta interesante usar ambos: el estéreo como micrófono ambiente que da la sensación de “espacialidad” al crear un campo estéreo, mientras que con el mono grabas con total definición voces o fuentes puntuales para destacarlas posteriormente en la edición por encima de todo.
Adaptadores de sonido Saramonic
Los adaptadores de sonido ejercen de intermediario entre el micrófono y la cámara, siendo ésta la que graba el sonido. En ese punto medio lo que hace es permitirte controlar algunos parámetros manualmente durante la grabación, como puede ser el nivel de entrada, algo que normalmente sólo se puede retocar en el menú de la cámara sin poder reajustarse durante la grabación (algo, en la práctica, incomprensible). Algunos tienen incluso entradas XLR, que te permitirán utilizar cables estándar que reducen además el ruido generado durante la transmisión de la señal.
En el caso de los adaptadores Saramonic, aprovechan la entrada estéreo de la cámara para sacar dos micrófonos mono. Tan sólo este hecho ya es perfecto para cualquier tipo de entrevista, corto, spot… Todo aquello donde participen personajes y que no se trate sólo de sonido ambiente.
Grabadoras de audio
Es lo más versátil y lo que ofrece mayor calidad. Al mismo tiempo es lo más caro, ya que no hablamos de un accesorio para la cámara sino de una interfaz en sí. El micrófono de una cámara DSLR es a una grabadora de audio lo que la lente de una cámara de smartphone de hace unos años al objetivo de tu DSLR: un apaño.
Está muy bien como un recurso que nunca te debe faltar, pero si quieres hacer cosas de calidad, la grabadora de audio es un ente independiente que lleva encima el sonidista para controlar en todo momento la posición del micrófono, el nivel de grabación, el registro de tomas de audio… Absolutamente todo. Suelen contar además con alimentación Phantom +48V, necesaria para utilizar micrófonos de condensador, más opciones de formatos de audio, salida de cascos, atenuadores (para entornos con volúmenes demasiado altos), y varias heramientas para conseguir buenas grabaciones.
Tascam DR-100 MK-II, uno de los modelos más serios de las gamas básicas
Aquí tenemos que mencionar marcas como Olympus, Tascam, Zoom, Foxtex o Sony. En principio no recomiendo un artículo de este tipo a un usuario aficionado, pero si eres realmente un amante de las producciones audiovisuales, dispones de amigos que compartan esta afición contigo o sencillamente te planteas seriamente la grabación de audio, esta es una herramienta infalible e indispensable.
Zoom H4n, una opción muy versátil
Cables
Ahora quiero hablarte de los distintos conectores de audio que debes de tener en cuenta a la hora de ponerte manos a la obra con tu estudio de grabación.
Además voy a hacerlo poniéndote como ejemplo los distintos accesorios de Rode, ya que son los que yo uso y los que más problemas ocasionan por ser muy parecidos.
El conector de Jack de 3,5 mm
El clásico, el de los auriculares de “toda la vida” que llevas años enchufando a tu mp3, smartphone o portátil.
Seguro que estás harto de verlo, el problema es que hasta que no te fijas un poco más, no te das cuenta que hay 3 tipos diferentes (aunque para simplificar la guía solo voy a explicar dos)
- Los que tienen “3 rayas negras” (TRRS), como el de la foto anterior.
- Los que tienen “2 rayas negras” (TRS)
- El que faltaría en la guía sería el de “una sola raya”.
En verdad para hablar con propiedad no deberíamos hablar de “rayas”, sino del espacio que queda entre ellas, de modo que:
- El conector de 3 rayas tiene en realidad 4 anillos (T, R, R y S)
- Y el conector de 2 rayas tiene en realidad 2 anillos (T, R, y S)
Esto lo puedes ver mejor en la siguiente imagen.
Y como suele pasar siempre cuando hablamos de conectores, tenemos la versión macho (palito) y la versión hembra (agujero).
¿Para qué vale cada uno? Pues ahora lo veremos.
Conector TRS (2 rayas)
Puedes encontrar la versión macho de este conector en todos los auriculares sin micrófono del mercado.
Puedes darte una vuelta por Amazon, PC Componentes, Media Markt, o la tienda que te apetezca, si el auricular no lleva micrófono verás que el conector es de este tipo.
Además de en auriculares sin micrófono, este tipo de conectores los verás también en micrófonos profesionales tipo shotgun, como el Rode VideoMic Rycote.
La versión hembra de este conector la verás en cambio en cámaras DSLR (las reflex de toda la vida).
Conector TRRS (3 rayas)
La versión macho la encontrarás en todos los auriculares con micrófono incorporado. Estos suelen ser los clásicos que vienen incluidos con tu smartphone (para poder utilizarlos en llamadas)
Aunque también los verás en los micrófonos de solapa como el Rode SmartLav+.
La versión hembra por su parte la encontrarás en todo tipo de dispositivos multimedia, como smartphone, videoconsolas, portátiles…
¿Dónde vas a grabar y con qué micro?
Sabiendo esto la solución a tus problemas es muy sencilla.
- Si vas a grabar con tu smartphone necesitarás:
- Un micrófono con conexión TRRS (como el Rode SmartLav+),
- O un micrófono con conexión TRS (como el Rode VideoMic Rycote) + un adaptador TRS a TRRS.
- En cambio, si vas a grabar con una cámara DSLR necesitarás:
- Un micrófono con conexión TRRS (como el Rode SmartLav+) + un adaptador TRRS a TRS,
- O un micrófono con conexión TRS (como el Rode VideoMic Rycote) y nada más.
Rode ha solucionado muy bien estas necesidades con dos tipos de adaptadores y siguiendo una leyenda muy básica:
- Conector negro = TRS ~ Cámara DSLR
- Conector gris = TRRS ~ Smartphone
Son los que te explico a continuación.
Rode SC4 – Adaptador TRS a TRRS
El de 2 a 3 rayas, te servirá si quieres grabar en un smartphone con un micro profesional. Lo más común es que lo necesites por ejemplo para conectar algo tipo Rode VideoMic Rycote a tu iPhone o cualquier otro smartphone.
Observa como la conexión hembra es negra (TRS), mientras que la macho es gris (TRRS).
Rode SC3 – Adaptador de TRRS a TRS
El contrario al anterior, de 3 a 2 rayas. Como ves los colores son justo al revés que el modelo anterior.
Lo más común es que lo necesites para conectar un micrófono de solapa tipo Rode SmartLav+ a tu cámara Reflex.
Alargadores TRS y TRRS
Los micrófonos suelen tener la pega de que poseen cables cortos, a fin de cuentas si por ejemplo vas a conectar uno a tu cámara, no necesitas tener 3 o 4 metros por ahí colgando.
Así que cuando necesitas más libertad (para poner el micrófono por ejemplo en una pértiga) vas a necesitar un alargador o extensor, y si no andas con cuidado con las conexiones TRS y TRRS terminarás comprando algo que no te hace falta.
Rode también cuenta con 2 tipos de alargadores en función de lo que necesites.
Alargador Rode VC1
El alargador Rode VC1 mide 3 metros y es 100% TRS, es decir, no convierte nada.
Fíjate que sigue el código de colores de Rode, y por eso es totalmente negro, es un simple cable hembra de TRS (2 rayas) a un macho también TRS (2 rayas).
Alargador Rode SC1
El alargador Rode SC1 mide 6 metros y es justo el contrario al anterior, es decir 100% TRRS (3 rayas).
Como ves, teniendo clara la diferencia entre TRS y TRRS es muy fácil elegir qué cable necesitas para qué dispositivos.
Si utilizas micrófonos de Rode el truco para saber qué alargador comprar es muy sencillo, simplemente fíjate en los colores ya que estos tienen que coincidir.